ROTO
Espejos rotos a soplidos de amor apretados por los látigos de la verdad cuando cantaba el ave del amanecer cómplices de una verdadera crueldad. Gotas de whisky bañando su último ser creyente de un sagrado y puro querer inocente víctima de la realidad es él. Muere a sorbos ahora sin siquiera saber que toda su vida siempre fue así áspera como pavimento de las suelas que pisan sus viejas esperanzas de vivir para poder amar de nuevo por última vez.