El rincón de Cristian J M

Eres la lluvia que cae sobre las cenizas y acabas con el dolor trayendo tu calma ignorante fueron mis ojos y alma mía no supimos valorar tu templanza. Convoco a tus truenos que me avivan y me hacen sentir una nueva vida perdona el no valorar el diluvio que pudo exterminar a aquella llamarada. Vuelve a mi canto mi suplica porque solo en ti hallo el regocijo eres la lluvia que trae de vuelta la vida que una vez creí muerta. Mi error fue no ser sincero o mejor dicho ser un ignorante que en tu cobijo siempre mi cuerpo se sintió en la calma del mar y con una tormenta avivando su vida.

Con cicatrices frágiles y dolores en la piel con las llamas ya extintas de aquel lugar ahora se encuentra totalmente incapaz tiene más miedo que valor este nuevo ser. A veces quisiera decirte todo pero parece que tu interés es otro quiero ver a través de la verdad no quiero mi última gota derramar. Tienes un don especial que no conoces puedes tomarme y dejarme si deseas puedes usarme para todo beneficio pero esa oferta está expirando. Una vez fui asesino pero uno fracasado el hombre a morir sigue vivo y torturado quien me usó me ha dejado sin valor pero quiero tenerte con fervor. Encender la llama sin limites del sol carburizar nuestras pieles al tacto en conjuntos y actos de pasión ligados al eterno jardín que una vez murió.

Un destello que encendió la antigua llama donde el guardián prohibía el paso total para vivir todos los inviernos posibles y cumplir con su eterna tarea sin fallar. El fuego arde una vez más, anuncia una nueva era nadie sabe si podremos sobrevivir otra tragedia o es el comienzo de una verdadera comedia finito es el tiempo que puedo poseer nulo es lo que tengo en mis pies.