EN EL CORAZÓN

En lo profundo de tu núcleo

se quemaron las esperanzas

que alguna vez fueron promesas

que les dieron vida a mis soles.

En la cabina de los misterios

nos perdimos como locos

nos engañamos como tontos

nos amamos sin tener pausa.

En los lamentos de mis tardes

nos sumergimos por la causa

que no tenía fin de tormentas

que nos destruía cada minuto.

En los deseos del gran infinito

pensamos que seríamos eternos

pero fallamos en ver la vida

por eso nos perdimos para siempre.

Y al final quedamos rotos 

mientras yo me sumergí en aguas

que siempre estuvieron allí

en el corazón de mis tinieblas.