El rincón de Cristian J M

Incierto es la tarde de mañana Sólo conozco el brillo de la noche Perdido entre pensamientos deshilados Con miedo a causar miedo a otros. No sé quién navega mi destino Ni qué tan alta será la montaña Daré mis palabras confusas Como mi extraño expresar. Necesito refugiarme en mis miedos Pero ellos me impiden contemplar La belleza del cielo azul y brillante Que me provoca tu misterio. Eres el cielo que yo quiero conocer Con el riesgo que signifique aquello Puedo aceptar cualquier verdad Porque eres el cielo Donde me quiero quedar.

Sin poder tomar suficiente aire entre la brea y la destrucción  se iba agotando minuto a minuto sin tener nada que hacer. Destruida cada célula del ser le impedían dar patadas  se pudría lento, se ahogaba lento eran simplemente restos. Un naufragio infinito al descenso hasta dejar a un árbol seco con raíces rumbo a la muerte con un guardián que lucha menos. Su rendición sería salvación pero en sus ojos todavía brillaba la miel que daba esperanzas para intentar un nueva hazaña.

Envejecido y enfermo sigue fluyendo Incluso aunque sus hojas volaron Y lo ha consumido el tiempo Resistió una sequia y una tormenta Pero se pudre de forma lenta. La corteza es cada vez más gruesa Mientras la resina mas amarga ¿Será un tropiezo la persistencia? ¿Debería de ser ya talado? La bruma del horizonte lo cubrió Pensando que sería más tormento Pero al final fueron rayos de luz Que le hacen superar su espesor. Puedes tallar con su piel tu verso Como muestra de sus sueños Puedes plantar unas flores frescas O simplemente regalarle abono. Que no está listo para caer todavía Pero si para dar nuevos pasos En un camino entre luces y sombras.

Escondido en el eterno invierno tras la caída del bello jardín mueren los tambores lentos que solo bombean a otro ritmo. Lo resguarda gigantescas puertas cuyas llaves han desaparecido y ahora sin custodios algunos. Existe un cofre descompuesto que poseía un antiguo tesoro que resonaba con el alba y armonizaba su melodía. Cuencas pausadas de ríos helados con una corriente casi extinta que ahora existe mientras perece.

Las caricias de la noche se desvanecen con el velo que anuncia tu dulce alba pero entre las trazos estoy quedando ciego con luces que destruyen a mi calma. Soy como borrego de rebaño a tus pies carente de juicio ante tu gran ser no puedo enfudar la lógica del alma me corto entre la luz, soy ciego ahora. La ausencia de mi sombra me ahoga me ha guiado torpe a un querer que no corresponde de nuevo pero me hace notar algo cierto. Navegaba mi vida entera entre sombras conocer tu ser me enseñó las luces que entre ambas noto algo extraño es un doblefilo que ambas emiten.

Se dibuja un hemisferio en mi ser de aquello que no puedo poseer mentiras parecen mis palabras a pesar de la transparencia mía. Racimos de explosiones ante mí me impiden percibir la realidad no es un cobijo lo que me ofreces es un engaño hecho entre luces. Negación mía a mis propios deseos porque eres lejana y no puedo aceptar que ante la exidtencia de mi oscuridad quiero ser invadido por toda tu luz. Abriría la puerta de mi corazón donde el invierno por fin ya paso para que juntos sembremos un jardín llenando los días de sombras y luces.

Me acomodo para ver en el horizonte tu reflejo que de mí es muy distante pero no te culpo en el flujo de la vida soy un habitante que se oculta en sombras. Profundo es el sueño que he tenido en el que encuentro tu bello tacto pero yo sé que en solo en sus brazos de la noche es que duermen mis sombras. Deseo decirte muchas nuevas palabras compartir nuestros gustos por ratos pero por más que me esfuerce en ello soy un bailarín de aquellas sombras. Quisiera invitarte a mi reino que consume todo a su paso darte besos y abrazos de día cuando nos lleven mis sombras. Al final yo conozco la verdad de todo que mi soledad es siempre voluntaria porque me da miedo perderte y no encontrarte entre sombras.